domingo, 4 de mayo de 2008

Reunión de la Primera Sección en Haedo

El sábado 26-04-2008, y luego de un 2007 sereno a nivel seccional, más no así para los pueblos; la ciudad de Haedo fue la anfitriona que recibió a la Juventud; como lo supo hacer en 2006 donde se celebró la primera reunión de Juventud del Gen.

Los pueblos que se hicieron presentes en dicha reunión fueron los que a continuación se enumeran: Luján, Merlo, Moreno, Morón, Vicente López y San Isidro, contando además con la participación de Ezequiel Fernández de Las Flores (5° Sección).

En la misma se platicó abiertamente sobre las realidades de cada unos de los pueblos presentes, se instaló un diálogo fluido y ameno, en el que se encontraron problemáticas puntuales y análogas a los distintos pueblos. Una de estas problemáticas, que emergió por si misma por propio carácter, importancia y preocupación; fueron las adicciones con el aparato que las suministra, controla y explota. También se mostró inquietud frente al problema de las enfermedades de contagio sexual; planteando soluciones y relacionándola con la ya mencionada drogadicción; viendo cómo ambas han proliferado y cómo han alcanzado a todos los estratos sociales-económicos.

Por otro lado se decidió en este encuentro, que la próxima reunión seccional tendrá sede en San Isidro y que la misma se realizará luego del encuentro en Mar del Plata (10-05-2008).

A propósito, también es menester agregar que, a principio del mes de Junio de 2008, se efectuará en Moreno una reunión y una actividad seccional de la Juventud.

Además, se decidió por unanimidad de los presentes citados, que el espacio de la Juventud en la mesa seccional, quedará a cargo de Luciano Fleischer de San Isidro.

Las conclusiones a las que se pueden abordar al respecto de este encuentro son múltiples. En primer lugar, que fue productivo por el intercambio de ideas; y el arribo a la planificación del trabajo a realizar en las fechas más inmediatas del calendario. Y por otra parte, recalcar la importancia de no perder la continuidad, para así no perder la efectividad ni la certidumbre; es decir, ser consecuentes.